Cada día en Valcucine, la innovación está impulsada por el respeto al medio ambiente y al ser humano.
Nuestra historia muestra cómo la atención a la sostenibilidad ha sido parte integrante de la identidad de la empresa desde su fundación en 1980.
Desde hace más de cuarenta años, Valcucine diseña y fabrica productos respetando los más altos parámetros de sostenibilidad: desmaterialización, reciclabilidad, economía circular, larga vida técnica y estética.
No basta con encontrar soluciones que combinen funcionalidad y estética.
Hoy se necesita un nuevo paradigma. Un modelo de desarrollo sostenible en todas las fases del proceso de producción y de pensamiento de diseño. Un diseño inteligente que aporte cada día una contribución concreta y restablezca la relación correcta entre el hombre y la naturaleza.
Esto se traduce en productos fabricados con menor consumo de materias primas y energía, fácilmente descomponibles y reciclables al final de su ciclo de vida.
Nuestra historia muestra cómo la atención a la sostenibilidad ha sido parte integrante de la identidad de la empresa desde su fundación en 1980.
Desde hace más de cuarenta años, Valcucine diseña y fabrica productos respetando los más altos parámetros de sostenibilidad: desmaterialización, reciclabilidad, economía circular, larga vida técnica y estética.
No basta con encontrar soluciones que combinen funcionalidad y estética.
Hoy se necesita un nuevo paradigma. Un modelo de desarrollo sostenible en todas las fases del proceso de producción y de pensamiento de diseño. Un diseño inteligente que aporte cada día una contribución concreta y restablezca la relación correcta entre el hombre y la naturaleza.
Esto se traduce en productos fabricados con menor consumo de materias primas y energía, fácilmente descomponibles y reciclables al final de su ciclo de vida.
Desmaterialización
Gracias a la continua investigación sobre los materiales y sus límites de resistencia, nuestra tecnología de construcción nos permite reducir las estructuras de las cocinas a lo esencial, sin renunciar a la calidad.
Las soluciones propuestas representan la "ligereza resistente".
y abren el camino a la responsabilidad del diseñador, cuyo trabajo puede contribuir a restablecer la correcta relación entre el hombre y la naturaleza.
Reciclabilidad
Diseñamos nuestras estructuras con elementos que pueden desmontarse y separarse fácilmente al final de su ciclo de vida.
ciclo de vida y utilizamos aluminio para nuestras estructuras, un material 100% reciclable y reutilizable infinitamente para dar vida a nuevos productos cada vez manteniendo sus características.
Economía circular
Al preguntarnos qué puede hacer la industria por el medio ambiente, podemos encontrar la respuesta en el paso de una economía lineal, hecha únicamente de consumo y residuos, a una economía circular.
Compuesta de producción y consumo, pero también de reutilización y reciclaje.
Compuesta de producción y consumo, pero también de reutilización y reciclaje.
Durabilidad técnica
La durabilidad y fiabilidad de nuestros materiales son el resultado de continuos análisis de calidad y pruebas técnicas realizadas para garantizar los más altos niveles de resistencia a la luz, el calor, los impactos y las manchas.
Elecciones cotidianas
Para cambiar las cosas, también podemos empezar por lo cotidiano, por las elecciones que hacemos cada día.
Entre ellas, limitar el consumo de plástico es sin duda una de las más necesarias. Italia, de hecho, ocupa el segundo lugar en el mundo en consumo per cápita de agua embotellada, con nada menos que 224 litros al año (fuente: Censis 2018).
Para desincentivar el consumo de bebidas en envases de plástico desechables, Valcucine ha regalado a todos sus empleados una botella de agua de aluminio reutilizable; una elección consciente que contribuirá a
reducir el consumo y los residuos de plástico en la empresa.
Estas elecciones cotidianas se plasman en un conjunto de normas operativas que deben guiar las operaciones de una empresa para garantizar la consecución de determinados resultados medioambientales, sociales y de gobierno corporativo.
Descubra nuestros objetivos de futuro
Entre ellas, limitar el consumo de plástico es sin duda una de las más necesarias. Italia, de hecho, ocupa el segundo lugar en el mundo en consumo per cápita de agua embotellada, con nada menos que 224 litros al año (fuente: Censis 2018).
Para desincentivar el consumo de bebidas en envases de plástico desechables, Valcucine ha regalado a todos sus empleados una botella de agua de aluminio reutilizable; una elección consciente que contribuirá a
reducir el consumo y los residuos de plástico en la empresa.
Estas elecciones cotidianas se plasman en un conjunto de normas operativas que deben guiar las operaciones de una empresa para garantizar la consecución de determinados resultados medioambientales, sociales y de gobierno corporativo.
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